Las galletas son un alimento popular que se encuentra en todo el mundo. Es el alimento común en todas las casas, a la hora del desayuno.
La alimentación tiene que ser equilibrada, suficiente y variada. La energía para realizar las actividades diarias se obtiene de los carbohidratos, nutrientes que deben suponer el 50-60% de la ingesta diaria.
Las galletas son un alimento que aporta nutrientes diferentes según cada variedad. Sus principales componentes son los hidratos de carbono, proteínas y grasas, lo que las convierte en un alimento ideal para una dieta equilibrada y saludable.
Existe en el mercado una gran variedad de galletas debido a la gran cantidad de ingredientes y recetas, incluso podemos encontrar específicas para determinados perfiles de consumidores (celíacos, personas con anemia, etc.)
El consumo de galletas forma parte de una dieta equilibrada, gracias al aporte energético, y a las vitaminas y minerales que contienen.
Son ideales solas o combinadas con alimentos: leche, yogures, quesos frescos, zumos, confituras o chocolate. A mí especialmente me gustan con la leche, pero quien no ha metido alguna dentro del yogurt.
Las Galletas ayudan, a los niños/adolescentes, a su crecimiento proporcionándoles un aporte energético, favoreciendo su desarrollo y rendimiento intelectual.
En los adultos aportan vitalidad, saciedad y son ricas en nutrientes. Para las personas mayores son beneficiosas para la salud ya que les aportan calcio y son cardiosaludables, ya que son bajas en sodio, colesterol y calorías.
En embarazadas, son ricas en ácido fólico y pueden ayudar a prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y médula espinal. En cuanto a los deportistas, les permiten un mayor rendimiento físico y previenen momentos de hipoglucemia después de hacer ejercicio.
Para aquellas personas que precisen de unas necesidades dietéticas especiales, existen hoy en el mercado gran variedad de galletas aptas para su consumo.
En las principales guías nutricionales, los cereales y derivados son el grupo de alimentos de los que se recomienda ingerir más raciones diarias.
Las galletas son un alimento que aporta nutrientes diferentes según cada variedad. Sus principales componentes son los hidratos de carbono, proteínas y grasas, lo que las convierte en un alimento ideal para una dieta equilibrada y saludable.
Existe en el mercado una gran variedad de galletas debido a la gran cantidad de ingredientes y recetas, incluso podemos encontrar específicas para determinados perfiles de consumidores (celíacos, personas con anemia, etc.)
El consumo de galletas forma parte de una dieta equilibrada, gracias al aporte energético, y a las vitaminas y minerales que contienen.
Son ideales solas o combinadas con alimentos: leche, yogures, quesos frescos, zumos, confituras o chocolate. A mí especialmente me gustan con la leche, pero quien no ha metido alguna dentro del yogurt.
Las Galletas ayudan, a los niños/adolescentes, a su crecimiento proporcionándoles un aporte energético, favoreciendo su desarrollo y rendimiento intelectual.
En los adultos aportan vitalidad, saciedad y son ricas en nutrientes. Para las personas mayores son beneficiosas para la salud ya que les aportan calcio y son cardiosaludables, ya que son bajas en sodio, colesterol y calorías.
En embarazadas, son ricas en ácido fólico y pueden ayudar a prevenir defectos de nacimiento en el cerebro y médula espinal. En cuanto a los deportistas, les permiten un mayor rendimiento físico y previenen momentos de hipoglucemia después de hacer ejercicio.
Para aquellas personas que precisen de unas necesidades dietéticas especiales, existen hoy en el mercado gran variedad de galletas aptas para su consumo.
En las principales guías nutricionales, los cereales y derivados son el grupo de alimentos de los que se recomienda ingerir más raciones diarias.
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