El Hombre de Jengibre es una galleta hecha de pan de jengibre, que suele tener una forma humana estilizada, si bien son comunes variantes con formas diferentes, especialmente de temas estacionales.
Procede del siglo XV, y la elaboración en forma humana se practicaba ya en el siglo XVI, en la corte de Isabel I de Inglatera, que regalaba a sus visitas importantes galletas de pan de jengibre parecidas a ella.
Todos poseen la misma forma humanoide, con piernas cortas y sin dedos. Algunos presentan rasgos en la cara, aunque también son comunes otras decoraciones como pelo, puños de camisa, zapatos pero la mas popular son los botones de camisa, que tradicionalmente se presentan con gomitas, glaseados o pasas.
A su vez, el hombre de Jengibre es un cuento infantil publicado en 1875. En el cuento una mujer hornea un hombre de pan de jengibre que salta de su horno y sale corriendo. La mujer y su esposo intentan atraparlo pero no pueden. Mientras huye se va encontrando distintos animales de granja que se lo quieren comer, pero él se burla de ellos diciendo:
" ¡He huido de la vieja y puedo huir de ti también!"
Pero su felicidad se ve truncada por un lobo que le atrapa y se lo come, finalizando así el cuento.
En Estados Unidos es uno de lo cuentos más tradicionales conocido. Es un cuento corto ideal para contárselo a los niños en Navidad y enseñarles que no siempre se gana.
En la siguiente receta me voy a enfrentar al hombre de jengibre. Ya veréis hoy o mañana como ha sido el resultado.
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