El 15 de Mayo es la fiesta más castiza de Madrid. En esta fiesta son típicas y tradicionales las rosquillas "tontas y listas", junto con las de Santa Clara y las Francesas.
- Rosquillas Tontas: Se consideran las más antiguas. Su receta se remonta a la Edad Media. Son simplemente la masa tradicional, harina, huevo, azúcar, aceite y anís. No llevan ningún baño adicional, son secas y sosas pero resultan muy ligeras.
- Rosquillas Listas: Cuentan que fueron creadas por la Tía Javiera, pastelera de Fuenlabrada, que vendía sus rosquillas en ferias y romerías. Van cubiertas con un baño de azúcar con sabor a limón, aunque cada vez las hacen de más colores y sabores.
La Tía Javiera se inmortalizó por sus rosquillas. La gracia de estas estaba en que el baño no se cuarteaba ni se desprendía al partirlas. Viajaba hasta cualquier verbena, desde su natal Villarejo de Salvanés, con el cargamento de rosquillas y muy pronto tuvo imitadores. En su puesto de vendedora podía leerse:
"Yo, como verdadera Tía Javiera, no tengo hijas ni sobrinas".
La Tía Javiera falleció durante el primer tercio del siglo XIX, pero la receta de sus rosquillas "listas", que parece duraban alrededor de 6 días sin alterarse, ha perdurado en el tiempo tanto como su personaje.
- Rosquillas de Santa Clara: Su origen se atribuye al Monasterio de la Visitación, cuyas monjas son conocidas como de "Santa Clara". Van cubiertas de merengue seco blanco.
- Rosquillas Francesas: A la esposa de Fernando VI le parecían insípidas las rosquillas tontas. El cocinero Real añadió a la fórmula almendra picada y azúcar creando una nueva variedad que hizo popular en las calles de Madrid.
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