LEYENDA DEL PANETTONE.

HISTORIA DEL DULCE NAVIDEÑO.

El Panettone o Pane di Tono (Pan de Toni) es un dulce navideño tradicional de Italia, cuyo origen proviene del siglo XVI en Milán.

Según cuenta la leyenda, el Panettone nació una Noche Buena en la corte de Ludovico II Moro (1452-1508), que como era tradición en Navidad, celebró una gran cena llena de deliciosos platos dignos de la riqueza milanesa, y como en todo banquete el postre sería el colofón final de la cena. Sin embargo, al momento de sacar el postre del horno, el cocinero se dio cuenta que se había quemado.

El terror se apodero de las cocinas de Ludovico, pero un joven lavaplatos llamado Toño había pensado utilizar las sobras del postre en cuestión para amasar un pan dulce y llevárselo a su casa. Tal era la angustia del cocinero que Toño le propuso servir su pan dulce como postre. Era un simple pan, relleno de las sobras de frutas confitadas.

Este sorprendente postre fue acogido con gran entusiasmo por parte de los comensales, y el propio Ludovico pregunto al cocinero quien había preparado y cuál era el nombre de ese postre. El cocinero fue a buscar al joven Toño, quien se presento ante el Duque, a quien confesó que el postre no tenía todavía nombre. El Duque, tras un momento de reflexión, decidió llamarlo "Pane de Tono", nombre que a lo largo de los siglos se ha convertido en Panettone.

Su receta no se quedo guardada en esa cocina, ya que el recetario popular le ha ido llevando, año tras año, siglo tras siglo, hasta nuestros días.

No fue hasta 1950 cuando dos empresarios milaneses, Angelo Motta y Gino Alemagna, lanzarón al mercado italiano el Panettone elaborado de manera industrial. Fueron tales las ventas en el mercado Italiano que, pronto cruzo las fronteras para viajar a todo el mundo.

En estos días, se ha convertido en un dulce típico de la Navidad en el mundo, compitiendo aquí con nuestro famoso Roscón de Reyes. 

Me gustan los dos dulces pero donde esté un buen Roscón de Reyes que se quiten todos los panettones del mundo.