El tema en el que me voy a centrar en esta entrada, son los Rodillos, que normalmente todas/os tenemos en las cocinas, normalmente de madera, y que rara vez utilizamos.
En el mundo de la Repostería, el Rodillo es un utensilio ampliamente utilizado, un gran aliado para nuestras elaboraciones.
El más común que podemos encontrar en las tiendas es el Rodillo de Madera, con diversos tamaños, tipos y precios. Lo único es que los de madera son más propensos a deteriorarse, a estropearse su superficie e incluso, si no hay una buena higiene, a que se le formen capas de hongos.
Para evitar esto, salieron al mercado Rodillos de Acero. No son 100x100 acero inoxidable, sino que son rodillos de madera recubiertos de acero. Son más higiénicos y se trabaja mejor las masas porque no se pegan.
Para las amantes de las Galletas, aquí me incluyo, encontramos el Rodillo Graduable, ideal para extender masas entre 2 mm a 8 mm, solo graduando su grosor. Lo encontramos en plástico de alta calidad, se trabaja muy cómodo y es muy higiénico, ya que su superficie no es rugosa.
Por último, hacer mención al Rodillo de Mármol, nada práctico por su peso ya que es difícil manejarlo pero son rodillos muy bonitos.
A la hora de comprar un rodillo tenemos que tener en cuenta que tiene que cumplir un cometido, extender masas sin grandes esfuerzos, que queden bien extendidas con un grosor adecuado, que sea higiénico, cómodo y fácil de manejar.
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