Tras un mes sin hacer una sola galleta, tarta, pastel, etc... me embarco en nuevos proyectos, encantada de la vida, que os iré contando. Uno de ellos, tiene relación con el papel comestible.
Nos encontramos en una época en la que personalizar cada momento nos gusta, darle un toque especial, saber lo que al otro le gusta e intentar agradarle.
En Repostería, el papel comestible es un gran aliado para poder personalizar las galletas, la tarta, el bizcocho, etc. con la fotografía, logo, símbolo, dibujo que tu quieras y que sirva para impresionar al otro.
A la hora de utilizar el papel de azúcar, surgen dudas que quiero ir despejando.
1º Tenemos que distinguir entre papel de azúcar y oblea. El papel de azúcar es más grueso, flexible y la calidad de la imagen es mejor y con sabor a vainilla. La oblea es más rígida, menos resistente a la humedad, con sabor neutro y con peor calidad de impresión.
Papel de azúcar.
Oblea.
2º Cuando pegamos el papel de azúcar u oblea sobre fondant, ambos se mantiene perfectamente. Como el fondant es seco, solo hay que aplicarle un poco de agua o pegamento comestible sobre la impresión para que se pegue.
3º Si la impresión va encima de cremas, la Buttercream es la mejor. Al ser cremosa solo hay que poner la impresión y listo.
No es conveniente ponerla sobre nata, ya que tiene un alto nivel de humedad y la impresión puede dañarse y empezar a arrugarse un poco. Si aparecen burbujas en el papel de azúcar, seguramente es porque la crema que lleve nuestra tarta o pastel tiene mucha humedad.
4º Sí se puede meter nuestra tarta con impresión de azúcar en la nevera, aunque mejor se puede proteger de la humedad dentro de una caja.
5º Las impresiones comestibles se conservan guardadas en una bolsa de plástico con cierre zip. Se debe evitar que le de la luz solar de forma directa o se comerá el color y siempre en un lugar seco.
6º El papel de azúcar viene sobre un plástico, que hay que retirar en el momento de pegar la impresión. En muy raras ocasiones puede pasar que no puedas quitar bien el plástico. No hay problema, metemos la impresión al congelador unos 15 ó 20 segundos y verás como se despega más fácilmente.
Si el problema es que se ha resecado la impresión ponemos un poquito de agua en el lado que se adhiere la impresión al pastel y dejamos reposar unos 20 minutos para que se hidrate.
Con todo esto, solo nos queda decorar. Ya os enseñare las mías, pero os dejo aquí ejemplos muy chulos de galletas.
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