Bizcochos y Merengues.

Una cosa está clara, los Bizcochos no existirían sin la intervención del Merengue. Esas claras de huevo que al batirlas se convierten en una espuma blanca, gracias al aire que contienen. Al incorporarse a la masa del bizcocho, la hacen subir con el calor y son responsables de su textura ligera.

Aunque combinan perfectamente, por separado son dulces exquisitos.

TIPOS Y VARIEDADES:

- Bizcocho Espumoso: Son ligeros y no necesitan incorporar levadura. Esa ligereza se la aporta el batido de los huevos o las claras montadas a punto de nieve, que le aportan el suficiente aire para que la masa suba por efecto del calor.

- Bizcocho de Mantequilla: En este tipo de bizcochos se incluye grasa entre sus ingredientes. Pueden estar hechos con mantequilla, margarina, manteca de cerdo o aceite. Son masas más pesadas que necesitan incorporar levadura en polvo para que suba la masa en el horno.

 

- Merengue Básico: Se compone de claras de huevo montadas a punto de nieve hasta que adquieren una consistencia de crema blanca y espesa, añadiéndole 2 cucharadas de azúcar por clara o el peso de las claras en azúcar.

Se incorpora a bizcochos para darles ligereza y para cubrir postres que luego se gratinan. Antes de meterlo al horno se espolvorea con azúcar glas.

- Merengue Francés: Se prepara con claras de huevo montadas a punto de nieve y azúcar al 50%. Luego se cuece en el horno a baja temperatura durante un tiempo prolongado hasta que se sequen. Se pueden servir como base de tartas o merengues.

- Merengue Escalfado o Suspiros: Es un merengue básico moldeado en forma de óvalos o bolas y cocidos en leche hirviendo o en almíbar. Se utilizan como acompañamiento de cremas y postres de frutas.

- Merengue Italiano: Son claras montadas a punto de nieve, endulzadas con almíbar en vez de azúcar. Resultan más brillantes y duraderas, y se utilizan para adornar las tartas.